Los arawaks, de baja estatura, piel cobriza, cabello negro y lacio, cultivaban maíz, algodón, ñame y batata, construían casas circulares con techos cónicos de hojas de palmera. Adoraban el sol, el cielo, las estrellas, los ríos y los vientos. Dormían en «hamacas», palabra arawak que sobrevivió a la extinción de la cultura que la originó. Los caribes, más belicosos que los arawaks, los desplazaron de la zona y resistieron a los españoles que, poco después, desde principios del siglo XVI comenzaron a llegar a estas costas.

En el año 1604 los franceses iniciaron la ocupación de Guayana, y se enfrentaron a la resistencia de los caribes. La colonia pasó sucesivamente por manos holandesas, inglesas y portuguesas, hasta quedar bajo la dominación francesa en 1676. A fines del siglo XVIII Francia envió más de 3.000 colonos a adentrarse en el interior selvático del país. Los pocos que sobrevivieron a las enfermedades tropicales se refugiaron en las islas situadas frente a la costa, a las que bautizaron «Islas de la Salud». La más famosa de ellas es conocida como Isla del Diablo, que fue transformada en una prisión, en pleno siglo XIX.

Formalmente, desde 1946 la Guayana «Francesa» es un departamento de Ultramar. El país es extremadamente dependiente de los fondos públicos franceses que, en 1989, totalizaban el 70% del PNB.

En 1967 se instaló el centro Nacional de Estudios Espaciales, donde trabajan más de 1.300 técnicos extranjeros con sueldos del primer mundo, y alrededor de 1.500 habitantes del país. Desde la base de Kourou se han lanzado más de 30 viajes del Ariane, para colocar en el espacio satélites financiados por consorcios europeos.

Durante la década de 1970 los movimientos autonomistas fueron cobrando relevancia y el Partido Socialista de Guayana (PSG), se convirtió en mayoritario entre las autoridades locales. A comienzos de los años 80 se produjeron atentados contra objetivos «colonialistas» por parte de grupos armados, pero las tensiones fueron decreciendo luego de la victoria socialista en Francia, en 1981.

En la «Primera Conferencia de las Últimas Colonias Francesas» celebrada en Guadalupe en 1985, se criticó duramente la facilidad con que se les concedía visa y nacionalidad francesa a los llegados del este asiático, mientras que los haitianos, brasileños y guyaneses, más próximos culturalmente, sufrían persecución y discriminación.

En 1986, la representación en la Asamblea Nacional Francesa se amplió a dos diputados, y permitió el ingreso de un representante de la Agrupación para la República (RPR) de Jacques Chirac. En las elecciones municipales de 1989, Cayena y otras 12 de las 19 circunscripciones fueron ganadas por la izquierda. Georges Othily, un disidente del PSG, fue elegido para el senado francés.

En 1992, sindicatos y empresarios convocaron a una semana de huelga general tras la cual París accedió a financiar un plan para mejorar la infraestructura y la educación. En 1994, Guayana se integró a la Asociación de Países del Caribe como miembro asociado.

Tras reconocer la situación crítica de su posesión, en noviembre de 1997 el gobierno francés anunció un nuevo «plan de desarrollo» para la Guayana Francesa.

La visita de Jean-Jacques Queyranne, subsecretario de Territorios de Ultramar, en marzo de 2000, desencadenó fuertes protestas. Los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes que reclamaban la independencia terminaron con saqueos en comercios, vehículos incendiados y varias personas heridas. La Unión Proindependentista de Trabajadores de Guayana realizó una masiva huelga general.

En 2001 se incautaron cerca de siete toneladas de cocaína en dos barcos que navegaban por aguas territoriales. Las operaciones fueron llevadas por autoridades francesas y españolas.

En diciembre varias comunidades querellaron al gobierno francés por su inacción respecto a las leyes ambientales en la actividad minera. El mercurio, que se utiliza para extraer el oro de la roca, al ser arrojado a ríos y arroyos mata a los peces, principal alimento de los pueblos wayana y emerillon.

El mayor y más costoso satélite europeo inició en 2002 su travesía espacial para monitorear la salud del planeta, partiendo de la base espacial de Kourou. Más de 125 satélites comerciales habían sido lanzados desde el cosmódromo de la Guayana hasta ese año.

Durante 2003 continuaron arribando misiones europeas para poner en órbita proyectos. En la agenda 2004 Europa se proponía fortalecer sus investigaciones espaciales, asegurando a Kourou la afluencia masiva de científicos y especialistas de todas partes del mundo.

El gobierno francés aprobó, en mayo de 2006, un acuerdo con Brasil para la construcción de un puente sobre el río Oiapoque –límite fronterizo natural entre Guayana Francesa y Brasil–. La idea databa de 1997 y había comenzado su camino a la concreción en una previa vista a París del presidente brasileño Lula da Silva, en julio de 2005.

A inicios de 2007, Francia, cediendo a la presión de grupos ambientalistas, dejó sin efecto un proyecto de explotación de una mina de oro. En su lugar se crearía un parque ecológico.