Los primeros visitantes de las islas Marianas fueron navegantes que, cerca de 3000 años a.C., llegaron desde el sudeste asiático –posiblemente de lo que hoy es Indonesia– y poblaron la isla. Eran constructores de megalitos conocidos como Chamorros.

El navegante portugués Fernando de Magallanes las reclamó en 1521 para España, que las conservó hasta el año 1899 cuando, en pleno decaimiento de su imperio, las cedió a Alemania.

Durante la Primera Guerra Mundial, el archipiélago pasó al control del Imperio Japonés hasta la Segunda Guerra Mundial.

En junio de 1944, Estados Unidos tomó militarmente Saipán y Tinian por su importancia estratégica en el Pacífico Norte, en la ruta entre Hawaii y Filipinas. Ambas islas pasaron a formar parte del fideicomiso en 1947.

Esta situación continuó hasta 1975, cuando un referéndum convirtió a las Marianas en Estado Libre Asociado de los Estados Unidos, con restricciones.

En 1978 comenzó a funcionar la administración autónoma. Washington pretendía convertir las dos terceras partes de la superficie de Tinian en base aeromilitar y centro alternativo para el depósito de armas nucleares. Con ese objetivo inició, en 1984, negociaciones con los propietarios de tierras locales.

El conocimiento de la existencia de recipientes radiactivos japoneses hundidos en la zona alertó sobre proyectos estadounidenses similares, que también afectarían el medio ambiente.

Durante 1984 el entonces presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, concedió algunos derechos civiles y políticos a los habitantes de las islas, tales como la igualdad de oportunidades de empleo en el gobierno federal, el servicio civil y las fuerzas armadas estadounidenses.

En 1986 las Marianas del Norte fueron admitidas en el Commonwealth de los EE.UU. Sus habitantes obtuvieron la ciudadanía estadounidense (sin derecho a voto en las elecciones presidenciales) y un representante, también sin voto, ante el Congreso.

Un tifón devastó, en enero de 1988, la isla Rota, lo que obligó al gobierno de EE.UU a declarar el estado de emergencia. Dos años después, en enero de 1990, el tifón Koryn, que afectó todo el archipiélago, perjudicó sus actividades pesqueras, agrícolas y turísticas.

En las elecciones locales de 1989 los republicanos retuvieron la gobernación y Larry Guerrero asumió como gobernador, debido a que su antecesor, Pedro P. Tenorio, había decidido no postularse a la reelección.

El 22 de diciembre de 1990 se aprobó el fin de la tutela del Consejo de Seguridad de la ONU y las islas Marianas del Norte se convirtieron en Estado Libre Asociado a los Estados Unidos.

En 1992 la Suprema Corte estadounidense ratificó el sistema de tenencia de bienes raíces, por el que sólo los nativos podían ser propietarios de tierras. En 1994, Froilán C. Tenorio fue electo gobernador.

En 1995, el número de trabajadores extranjeros (22.600) triplicaba al de los nativos, entre quienes había un 15% de desocupación.

Funcionarios locales, respaldados por figuras clave del Partido Republicano en el Congreso, mantuvieron durante 1999 disputas con el gobierno del presidente demócrata estadounidense Bill Clinton sobre la situación de esclavitud y explotación de los trabajadores inmigrantes en la isla. Los líderes republicanos aseguraban que Marianas no renunciaría a las exenciones a las leyes federales de aduana, inmigración y trabajo de las que disfrutaba. Tanto grupos de Derechos Humanos como funcionarios de la Casa Blanca, por su parte, manifestaban que esta exención causaba pésimas condiciones de trabajo y bajos salarios.

En marzo de 2004, la Commonwealth Development Authority (CDA) rechazó una propuesta del gobernador Babauta de invertir 500 mil dólares en la aerolínea Palau Micronesia Air, por considerarla altamente riesgosa. Ese mes se lanzó un plan multimillonario de modernización del aeropuerto de Saipán.

Entre 1990 y 2005, las entradas anuales de turistas –predominantemente japoneses– superaban el medio millón de personas. La industria del turismo empleaba al 50% de la fuerza laboral del país y constituía el 25% del PBI.

En 2006, el gobernador Benigno Fitial fue acusado en medios de las islas de concentrar el poder y de comportarse como un autócrata. Fitial había decidido abolir la autonomía de un par de agencias gubernamentales, cuyas funciones fueron transferidas al ejecutivo.

La tasa de hombres por mujer de las islas era, en 2007, la más baja del mundo: apenas 0,77 hombres por mujer.