Las orillas del río Senegal fueron habitadas muy temprano por poblaciones islamizadas por su contacto con países árabes vecinos. Diversas zonas de esos países conforman la región conocida como el Sahel. Los pueblos uolof –más de un tercio de la población–, fulanis (ver Camerún) y tukeler, entre otros, habitaban el territorio de la actual República de Senegal cuando los franceses lo ocuparon en el siglo XVII, incorporándola al clásico comercio triangular: manufacturas europeas intercambiadas por esclavos vendidos en las Antillas, donde la Europa colonial conseguía ron y azúcar.

Cuando la Revolución Francesa de 1848 abolió la esclavitud, los senegaleses fueron considerados «ciudadanos de segunda clase» del Imperio, con derecho a enviar un diputado a París. Senegal ya producía miles de toneladas de maní y aportaba soldados al ejército francés. En la segunda mitad del siglo XIX hubo frecuentes rebeliones de líderes musulmanes: recién en 1892 los franceses «pacificaron» el país.

En 1933, en París, los poetas Léopold Sédar Senghor (Senegal) y Aimé Césaire (Martinica), tomando la idea del panafricanismo, propusieron el concepto de «negritud», en rechazo a la asimilación cultural de la civilización francesa, que pretendía ser «universal». Como «instrumento eficaz de liberación», la «negritud», según Senghor, debía «liberarse del pintoresquismo e insertarse en el mundo contemporáneo»; eso equivalía a organizarse políticamente.

En 1945, Senghor (militante anti-nazi en Francia, en la Segunda Guerra Mundial), fue elegido diputado de la Asamblea Nacional francesa. En 1948, impulsó la creación del Bloque Democrático Senegalés (luego Unión Progresista Senegalesa), con miras a lograr mayor autonomía para las colonias, pero sin reclamar la independencia.

El 4 de abril de 1960, Senegal declaró la independencia, y un día después se proclamó república. Senghor fue nombrado presidente y, tras sucesivas reelecciones, mantuvo el cargo dos décadas. Durante las mismas aplicó un «socialismo africano», basado en la esencia colectivista de la sociedad agrícola tradicional. Sostuvo que el «socialismo» ya existía en el continente y, por tanto, no había necesidad de construirlo. En el contexto económico mundial ese «colectivismo» proporcionó mano de obra barata a una agricultura de exportación –maní, algodón– controlada desde el extranjero. La industria, por su parte, estaba en manos de capitales franceses en un 82%.

Previendo posibles cambios políticos en Francia, Senghor solicitó ingreso en la Internacional Socialista y reformó la constitución estableciendo un sistema de tres partidos: el Partido Democrático Senegalés («liberal democrático»); el Partido Africano por la Independencia («marxista-leninista») y el suyo, que pasó a llamarse Partido Socialista Senegalés (PSS).

A principios de la década de 1980, bajo presión de E.E.U.U., Francia, el Banco Mundial y el FMI, el gobierno aplicó un plan económico de ajuste estructural: eliminados los subsidios agrícolas, aumentaron los costos de producción y los precios al consumo. El país –que padece un proceso de desertificación– enfrentó una sucesión de sequías originadas por las condiciones climáticas y por la sustitución impuesta por los franceses de los cultivos alimentarios tradicionales por cultivos de exportación.

En 1981, Senghor fue sustituido por Abdou Diouf, hasta entonces primer ministro. Diouf flexibilizó el sistema y surgieron más de 14 organizaciones políticas, lo que impidió al principal adversario del régimen, el Partido Democrático Senegalés (PDS), dirigido por Abdoulaye Wade, unir a toda la oposición. Paralelamente, en la meridional provincia de Casamancia (Casamance) comenzó a operar –en 1982– un movimiento separatista: el Movimiento de Fuerzas Democráticas de Casamancia (MFDC), dirigido por el abad Augustin Diamacoune Senghor. La población de esa región, en su mayoría de la etnia diole, profesa cultos animistas e históricamente ha reivindicado su independencia y la no sumisión a las sociedades jerarquizadas islámicas del norte. En 1983, tras sucesivos enfrentamientos, Diamacoune y varios dirigentes separatistas fueron detenidos.

En 1988, el PSS logró otra victoria electoral con el 73% de los votos, contra el 26% del PDS, que impugnó la legitimidad del acto. Varios dirigentes del PDS fueron detenidos y Wade debió exilarse en París, de donde retornó en 1989. Ese año, un conflicto con Mauritania, motivado por violentas disputas entre campesinos y granjeros de la zona fronteriza, dejó centenares de víctimas y casi 70 mil refugiados ingresaron a Senegal. El conflicto detuvo la integración con Gambia, país con el que se había pensado crear el Estado federal de Senegambia. Diouf criticó a su vecino por tolerar la guerrilla de Casamancia en su territorio y por firmar un tratado de defensa mutua con Nigeria (ver Gambia).

En 1991, Diouf fue elegido presidente de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (ECOWAS, nuclea a 17 países de la región). Ese mismo año, el gobierno de E.E.U.U. perdonó a Senegal 42 millones de dólares de su deuda externa por apoyar al ejército aliado en la Guerra del Golfo Pérsico y por contribuir con las «tropas de paz» establecidas en Liberia; el FMI aprobó un nuevo crédito, de 57,2 millones de dólares; y se restauró el cargo de primer ministro. Dos puestos del gobierno fueron asignados a integrantes de la oposición. Luego de varias consultas con partidos opositores, se alcanzó consenso para reformar el código electoral.

Acusado de fraude en gran escala, Diouf ganó la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 1993, con el 58.4% de los votos emitidos. En las legislativas el PSS retuvo el control de la Asamblea Nacional, con 84 de 120 bancas. El principal partido opositor, el PDS, obtuvo 27.

En 1993, la situación económica y financiera se agravó, entre otras razones debido a que los precios internacionales de los productos de exportación senegaleses bajaron considerablemente.

La vigencia de la devaluación de 100% del franco CFA, decidida por Francia y el FMI, acentuó las tensiones sociales a comienzos de 1994. La Coordinadora de las Fuerzas Democráticas (de la oposición) organizó una manifestación antigubernamental que culminó en enfrentamientos con las fuerzas del orden público. Seis policías murieron y decenas de personas resultaron heridas. Entre los detenidos estuvieron los líderes opositores Wade y Landing Savané (declarados inocentes y liberados tras cinco meses de prisión).

Wade negoció con el gobierno su ingreso al gabinete de Diouf en 1995. Diouf recibió un claro apoyo de los organismos financieros internacionales, al anunciar modificaciones legislativas para favorecer la inversión extranjera y acelerar las privatizaciones.

Pese al apoyo de París y Washington, las ofensivas gubernamentales no obtuvieron ventajas decisivas contra la guerrilla de Casamancia. Según algunos observadores, la popularidad del MFDC entre la juventud de Casamancia y la geografía de esa región hacían imposible toda victoria militar de Dakar.

Tras 40 años de gobierno unipartidista, la elección presidencial de 2000 dio la victoria a Wade, cuya campaña denunció la corrupción e ineficiencia del PSS y convocó al cambio. Al asumir, Wade designó primer ministro al veterano opositor Musfafa Niasse. La mayor prioridad de su gobierno era detener el conflicto secesionista por medios pacíficos; sin embargo, en Casamancia, recrudeció la violencia con sucesivos ataques de facciones del MFDC.

En 2001, un referéndum aprobó una nueva constitución que recortó el mandato del presidente de siete a cinco años y limitó la posibilidad de gobernar a sólo dos períodos consecutivos. Además, el jefe de Estado quedó facultado para disolver la Asamblea Nacional (cámara baja) sin la mayoría de miembros de la misma. Poco después, Wade disolvió la Asamblea, preparándose para las elecciones parlamentarias de ese año: la coalición Sopi –o «Cambio»–, de los partidos leales a Wade y encabezada por el PDS, ganó por abrumadora mayoría. La nueva primera ministra –primera mujer en ocupar ese cargo en el país–, Mame Madior Boye, anunció la constitución de su gobierno: diez de los puestos disponibles fueron adjudicados a miembros del PDS.

En 2001, Wade se manifestó dispuesto a entregar a Hissene Habré (ex presidente de Chad, entre 1982-1990, acusado por crímenes de guerra), en caso de que un tercer país llevase adelante un juicio justo. Activistas de derechos humanos responsabilizan a Habré por alrededor de 40 mil ejecuciones y la tortura de 200 mil personas durante su mandato. Jean-Marie Francois Biagui renunció a la secretaría general del MFDC, aduciendo falta de lealtad de sus miembros.

En 2002, el Joola, ferry construido en 1990 por el alemán Neue Germersheimer Schiffswerft y destinado a solventar el problema del aislamiento en Casamancia, naufragó –según algunos entendidos, por su terrible deterioro– sobre las costas de Gambia. La cifra de muertos fue de 1.863 personas. Tras el naufragio, Wade removió a todo el gabinete (un decreto de 1996, había autorizado al Joola a usar «sus propios recursos», para mantenimiento o reparaciones).

En 2003 murió Sidy Badji, fundador del MFDC, pocos días antes de las conversaciones de paz entre rebeldes y gobierno. Ese mismo año, el líder del MFDC, Jean-Marie Francois Biagui, anunció a cientos de delegados rebeldes en Ziguinchor el fin de la guerra secesionista.

El brazo armado del MFDC no tomó parte en el evento y aseguró que la paz sería posible sólo cuando las facciones más fuertes estuvieran realmente dispuestas.

El veterano líder del MFDC, el abad Diamacoune, fue reemplazado por Jean-Marie Francois Biagui en setiembre de 2004. En octubre, el gobierno aseguró la financiación necesaria para la electrificación de la región de Louga, situada en el noroeste de Senegal, como parte de un nuevo proyecto para mejorar la electrificación rural del país.

Tras veinte años de guerra civil en Casamancia –el más largo conflicto interno de África Occidental, que produjo más de 3.500 muertes, decenas de miles de desplazados y cuyos dos últimos años habían mostrado cierta calma–, el gobierno y los rebeldes del MFDC llegaron, en diciembre, a un acuerdo de paz definitivo.

El líder opositor Abdourahim Agne fue arrestado en mayo de 2005 y acusado de llamar a la rebelión, luego de una manifestación pacífica contra el presidente Wade. Agne podía ser condenado a 5 años de prisión.

Una facción del MFDC, que no reconoció el acuerdo de paz firmado en diciembre de 2004, lanzó, en junio, nuevos ataques contra el gobierno en Casamancia.

El ex presidente de Chad, Hissene Habre –exiliado en Senegal desde que los rebeldes lo depusieran en 1990 y cuyo régimen fue acusado por la ejecución de 40 mil personas y la tortura de otras 200 mil–, fue detenido en noviembre pero, ese mismo mes, una corte se declaró incapaz de decidir sobre la posible extradición del ex dictador a Bélgica, donde debería ser juzgado.

El grupo rebelde que continuó la lucha por la independencia de Casamancia se enfrentó a tropas de Guinea Bissau en la frontera, en marzo de 2006.

En mayo, el Comité Contra la Tortura de la ONU dio a Senegal 90 días de plazo para que juzgara a Habre o lo extraditara a Bélgica.

Wade nombró, en junio de 2007, a su ex-ministro de presupuesto, Cheikh Hadjibou Soumare, como nuevo premier. En julio, el presidente declaró la «guerra a la migración clandestina», anunciando que se debía fomentar la movilidad legal de personas dentro del continente africano como generador de crecimiento.