Conflictos de nacionalidades en la ex Unión Soviética
Los conflictos entre distintos grupos nacionales de la ex Unión
Soviética -que cobraron fuerza con la desaparición
de este estado- se arrastran desde el siglo XIX, a raíz
de la política expansionista del régimen zarista,
proseguida por sus sucesores soviéticos
En momentos de su disolución, en octubre de 1991, la
URSS era un vasto conglomerado que abarcaba más
de 100 grandes etnias y casi 300 nacionalidades. Esto era fruto
de un largo proceso histórico, ya que la expansión
zarista, sobre todo a partir del siglo XVIII, había convertido
a Rusia en un imperio casi inabarcable. El régimen zarista
aplicó una política sistemática de "rusificación",
que implicaba la preeminencia absoluta de la lengua rusa y de
la Iglesia Ortodoxa, así como la obediencia a un
poder central personificado en el zar. Durante las guerras civiles
que sucedieron a la revolución de octubre de 1917, las
distintas repúblicas se fueron federando hasta formar la
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
La política soviética, a diferencia de la zarista,
buscó, mediante el sistema federativo, dar igualdad de
derechos a las distintas etnias y divisiones políticas
frente al estado. Esto implicó anteponer el poder central
del soviet a conflictos territoriales y étnicos entre diversas
regiones, sedentarizar pueblos nómades a la fuerza (como,
por ejemplo, en el caso de Kirguistán) y maniobras para
combatir las divisiones étnicas, que consistieron mayormente
en inmensas migraciones forzadas de una región a otra.
A raíz del acuerdo secreto firmado por Stalin
y Hitler en 1939, juntamente con el Pacto Germano-Soviético
previo a la Segunda Guerra Mundial, fueron anexadas a la
URSS, en 1940, las repúblicas bálticas. En
1944 fueron confiscadas la Bukovina y la Besarabia a los rumanos,
que junto con la República Autónoma de Moldova,
que estaba en territorio ucraniano, configuraron la República
Socialista de Moldova.
La URSS quedó compuesta por 15 repúblicas
socialistas soviéticas, dentro de las cuales se crearon
20 repúblicas socialistas soviéticas autónomas,
8 regiones autónomas (más pequeñas y menos
pobladas que las repúblicas) y 10 distritos autónomos
(para los grupos étnicos pequeños, generalmente
nómades, de Siberia y el Extremo Oriente).
A partir de 1986, con la llegada de Mijaíl Gorbachov,
quedó en evidencia que las tensiones habían sido
sólo acalladas (cuando no alimentadas) por las diversas
maniobras administrativas del régimen comunista. Varias
repúblicas reclamaron su independencia, lo que llevó
a la disolución de la URSS.
Varias regiones y distritos pasaron a exigir su autonomía,
generándose conflictos armados. Todavía en 1998,
cinco nuevas repúblicas que habían declarado su
soberanía no habían solucionado su estatuto: la
República Transnitriana de Moldova (conocida como Transnitria),
la República de Osetia del Sur, la República de
Nagorno-Karabaj, la República Chechena y la República
Popular de Abjazia.
Transnitria
El censo de 1989 reveló que la población de Transnitria,
adjudicada a Moldova, era todavía mayoritariamente eslava
(28% ucranianos, 24% rusos), en tanto que los moldavos constituían
el 40%. El gobierno de Moldova, sin embargo, ese año declaró
al moldavo única lengua oficial del estado, lo que llevó
a huelgas y agitación popular. De enero a octubre de 1990,
las poblaciones de Transnitria organizaron referendos, que decidieron
la creación de la República Autónoma de Transnitria.
No obstante, el Soviet Supremo de la URSS declaró
ilegales estos referendos y se negó a otorgarle autonomía
al territorio. En diciembre de 1991, luego de la disolución
de la Unión Soviética, se eligió a Igor
Smirnov como primer presidente de Transnitria, y un nuevo
referéndum declaró la independencia. Fuerzas de
la policía de Moldova entraron en conflicto armado con
milicias transnitrias, y en 1992, la Federación Rusa y
Moldova firmaron un acuerdo para restablecer la paz en la región.
En 1994, Transnitria y Moldova restablecieron relaciones económicas
y 100 mil refugiados regresaron a sus hogares, si bien, para 1998,
la situación política seguía siendo relativamente
confusa.
Osetia del Sur
Los osetas llegaron al territorio del Cáucaso en el
siglo XIII. En 1774, Rusia anexó los territorios ocupados
por los osetas y, en 1918 fue creada la República Autónoma
de Osetia (en territorio de la actual República Federativa
Rusa). En 1922, en Georgia, fue creada la región autónoma
de Osetia del Sur. Cuando comenzaron los movimientos para la autodeterminación
en la diversas partes de la Unión Soviética, en
los años 80, creció en Osetia del Sur la idea de
unificarse con la República Autónoma de Osetia.
En setiembre de 1990, Osetia del Sur se proclamó como república
soberana. Como respuesta a esta proclamación, en diciembre
de 1990, el parlamento de Georgia le quitó el status
de región autónoma y declaró el estado de
emergencia en ese territorio, lo que dio comienzo a enfrentamientos
armados. Una fuerza de paz ruso-georgiano-oseta, consiguió
poner un alto a los combates en 1992.
En 1994, L. Chibirov fue electo presidente del parlamento oseta
del sur y en 1996, presidente de Osetia del Sur. Después
de esa fecha, se dieron diversos encuentros entre autoridades
georgianas y osetas, que no lograron, sin embargo, resolver el
status político de Osetia del Sur.
Nagorno-Karabaj
Desde mayo de 1918, fecha en que se estableció la autoridad
de Moscú en Nagorno-Karabaj, hubo discusiones acerca de
si la región, poblada en su mayoría por armenios,
debía pertenecer a Armenia o a Azerbaiján. En 1923,
quedó constituida como una provincia de Azerbaiján.
Las huelgas que se dieron en Nagorno-Karabaj en 1988 fueron uno
de los primeros síntomas de inestabilidad debido a reivindicaciones
nacionalistas en la Unión Soviética. En 1991, el
parlamento de Nagorno-Karabaj no sólo declaró la
independencia de la región, sino que además le anexó
el distrito de Shaumia; tres meses después la mayoría
de la población karabaja votó en favor de la independencia,
y para entonces se había desatado una guerra a gran escala
entre los karabajos -con el apoyo de Armenia- y Azerbaiján,
en la que murieron 4.600 de los primeros y aproximadamente 30.000
de los segundos. En 1994, se firmó un armisticio entre
Azerbaiján y Nagorno-Karabaj. Las primeras elecciones de
Nagorno-Karabaj eligieron como presidente, en diciembre de 1996,
a Robert Kocharián. En 1997, Kocharián fue
designado primer ministro de Armenia, y dejó Karabaj, siendo
sustituido por Arcady Gukassián. Todavía
estaba en proceso la constitución de Nagorno-Karabaj y
las negociaciones con Azerbaiján avanzaban a un ritmo muy
lento.
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