Ciudades Sustentables: un imperativo El estallido demográfico de las ciudades alcanzó niveles alarmantes en el siglo XX, y continúa en el presente a ritmo acelerado. La mitad de la población mundial vive en urbes y se pronostica que, para 2025, lo mismo harán las dos terceras partes. El agotamiento de las fuentes de agua potable, la contaminación del aire, los suelos y los cursos de agua son apenas algunas de las consecuencias catastróficas de esta tendencia demográfica. En 1992, la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo -la Cumbre de la Tierra- de Río de Janeiro, en la que participaron mandatarios del mundo enteró, aprobó Agenda 21, un documento que analiza y propone políticas para alcanzar el desarrollo sustentable de las ciudades, es decir, la promoción de cambios en los modos de producción y consumo que aseguren que la población planetaria alcance un desarrollo social y económico que no sea dañino para el medio ambiente. No obstante, cinco años después, la Asamblea General de ONU reconoció que "las tendencias con respecto al desarrollo sostenible son peores que en 1992", destacando la importancia de implementar a tiempo las recomendaciones de Agenda 21 para revertir la crítica situación. Pobreza y medio ambiente Una ciudad sustentable será aquella que cuente y ofrezca a quienes la habiten servicios de calidad para toda la población, un medio ambiente sano, viviendas dignas y suficientes, seguridad, parques, espacios deportivos y de recreación, convivencia social intensa y fructífera, empleo digno y bien remunerado, atención sanitaria completa y eficiente, educación de calidad y acceso a la actividad cultural. Asimismo, el aprovechamiento del suelo es un aspecto fundamental del planeamiento urbano, directamente vinculado al desarrollo sustentable, tanto en la adecuada distribución de viviendas, comercios e instalaciones industriales, como en el uso eficiente de las áreas verdes urbanas. Servicios vitales Un desarrollo urbano sustentable demanda servicios eficientes.
La disponibilidad de las prestaciones de agua y saneamiento, esenciales
para la vida y para el cuidado de la salud de la población,
deben ser atendidas para garantizar el alcance universal del beneficio
y aumentar el nivel de seguridad en áreas propensas a desastres. Sistema lineal o sistema circular En la actualidad, las capacidades autorreguladoras de la atmósfera
están siendo llevadas a sus límites y, según
los expertos, sobrepasadas. El desafío es reducir al menos
en un 50% las emisiones actuales de gases de efecto invernadero,
a fin de estabilizar las concentraciones y cumplir con los compromisos
de los acuerdos internacionales y cambiar el patrón actual
de desarrollo y consumo basado en el uso intensivo de combustibles
fósiles, deforestación y agricultura con altos insumos
de fertilizantes químicos. Para alcanzar un desarrollo urbano sustentable no basta la voluntad de la dirigencia política; es imprescindible que también la ciudadanía modifique e incorpore nuevos hábitos de consumo. Mediante procesos de consulta y concertación, tanto los gobiernos locales como las comunidades pueden aprender de sus respectivas necesidades, acumulando información que les permita formular estrategias más adecuadas. Al tiempo, el proceso de consultas aumenta la conciencia de la ciudadanía respecto al desarrollo sustentable. Según Agenda 21, estas políticas, instrumentadas en la escala regional y urbana, serán un importante auxilio en la tarea de dotar de sustentabilidad a los centros urbanos. |