Acerca de la Guía del Mundo 2007
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Nasreddin Hodja, un simpático maestro que vivió en Medio Oriente hace casi mil años, había tomado prestada una olla de su vecino. El tiempo pasaba y la olla no volvía, por lo que el vecino llamó a su puerta.

Hodja Effendi, si ya terminaste de usar la olla; ¿podría llevármela? Mi esposa la necesita hoy mismo”.

Cuando Hodja volvió con la olla, el vecino se percató de que en su interior había una ollita.

“¿Y esto qué es?”

`¡Felicitaciones, vecino! Tu olla dio a luz una ollita bebé”, dijo Hodja.

El vecino, encantado, agradeció a Hodja, tomó su olla y la ollita nueva, y se fue a casa.

Unas semanas después, Hodja pidió prestada la olla nuevamente. Y una vez más, demoraba una eternidad en devolverla. El vecino no tuvo más remedio que volver a pedirla.

`Ahh…', se lamentó Hodja, `Me temo que tu olla murió.'

`Hodja Effendi, eso no es posible. ¡Una olla no puede morir!”, exclamó el incrédulo vecino.

`¿Mi estimado amigo, si aceptaste que puede dar a luz por qué no puedes creer que también puede morir?

* * *

¿No somos todos un poco como el vecino de Hodja? A diario nos bombardean los mensajes de demagogos y publicistas que al parecer piensan que todo el mundo está dispuesto a aceptar con entusiasmo teorías ridículas que ‘explican’ lo que de todas formas queremos creer. Pero ellos son más sutiles que Hodja y jamás nos confrontan con la agria consecuencia lógica de nuestra propia credulidad. Para complacer al público, las ollas de los medios de comunicación modernos siempre dan a luz, pero nunca mueren.

En la Guía del Mundo respetamos a nuestros lectores, más aun porque muchos de ellos son estudiantes. No están dispuestos a creer en ollas moribundas, pero para empezar tampoco quieren oír que dan a luz. Este es un texto de referencia, y su principal objetivo es proporcionar datos y detalles. Pero decidimos denominarlo “Guía” porque deseamos ofrecer algo más que una colección de cifras, fechas y nombres, y presentarlo de tal manera que estimule el pensamiento crítico sobre nuestro complejo mundo contemporáneo.

Desde sus inicios a mediados de la década de 1970 la Guía se alejó de las explicaciones hechas en serie, en un intento expreso por destacar el punto de vista de lo que algunos llaman el “tercer mundo” y otros el “Sur global”: las mayorías excluidas, las víctimas de la globalización, las voces desoídas de los pobres, las mujeres, los pueblos indígenas.

El equipo editorial del Instituto del Tercer Mundo dirigido por Amir Hamed trabajó con dedicación y orgullo en los últimos dos años para mantener esta tradición y al mismo tiempo renovar el producto y hacer de esta nueva edición de la Guía del Mundo no sólo una versión actualizada de la anterior, sino una herramienta totalmente reformulada, con secciones nuevas, más diagramas, una diseño más fácil de leer y el máximo nivel de excelencia.

En definitiva, como enseñaba mi abuela, nunca le devuelvas a tu vecino una olla vacía… y con ese espíritu le ofrecemos al lector alimento para el pensamiento con lo mejor de nuestros sabores locales.

 

Roberto Bissio